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¿Qué esperan nuestros hijos de la carta de los reyes?
- Noelia Cuenca Caballero
- 2 dic 2016
- 3 Min. de lectura

Los niños reciben muchos juguetes, lo que supone que el niño diversifica su atención, entre tantos regalos y acaba por no valorarlos. Demasiados regalos puede resultar contraproducente, el niño/a no disfrutan del regalo en sí debido al exceso de estímulos, lo que conlleva una pérdida de ilusión. Aportar demasiados juguetes a nuestro hijo/a de una sola vez resta valor al esfuerzo, generosidad y austeridad.
Además de las falsas imágenes emitidas en televisión y el espectacular entorno en el que se presenta el juguete, hacen que el niño/a pida juguetes que luego no le entusiasmen tanto como creía.
La publicidad de juguetes es muy sutil y en muchos casos las formas de exposición no ofrecen una visión ajustada a la realidad y los niveles de comprensión infantiles. Los contenidos dominantes buscan persuadir a niños y niñas hacia el ejercicio de formas de consumo compulsivo y adictivo. Tenemos que sumar también, la gran cantidad de publicidad que reciben los adultos, que puede influir en el criterio de su hijo/a, ya que la mayoría de la publicidad infantil dirigida a la etapa 0-3 se emite en horario adulto.

Los juguetes no son ni más ni menos que meros materiales y/o recursos que favorecen el aprendizaje del niño/a, al igual que puede ser un libro de texto en niños/as de mayor edad. Para elegir el juguete correcto para nuestro hijo/a, primero tenemos que conocer la etapa psicomotora y exploratoria en la que se encuentra.
Dejar al niño/a ser niño/a y experimentar de acuerdo al momento de desarrollo en el que esta, por ello debemos prestar atención y ser críticos con aquellos juguetes emulan comportamientos y hábitos adultos.

Parece claro que para los niños se ofrece con excesiva frecuencia un modelo adulto y varonil (en los anuncios de vehículos y figuras de acción, las voces masculinas son agresivas, enfáticas y muy enérgicas), generalmente se acentúa el uso de la violencia. Mientras que para las niñas el referente es el cuidado de la imagen, del hogar y la maternidad.

Es esencial que el niño exprese lo que desea y conocer su propia critica del juguete, así como ofrecer otras alternativas de juego. Observando como juega nuestro hijo/a, podemos identificar sus motivaciones. Un niño/a feliz tiene infinitas ideas y las expresa de manera autónoma, mientras que un niño emocionalmente insatisfecho demostrará una clara dependencia hacia el adulto.
El niño/a gana confianza en sí mismo mientras experimenta con los objetos, por ello el adulto a de crear los requisitos y condiciones del juego libre e independiente.
Para encontrar juguetes útiles debemos de observar el espacio de juego disponible y si es posible la introducción de ese juguete en dicha zona. El niño se va interesar por los nuevos juguetes introducidos en el área de juego, pero es necesario que juegue gradualmente con los mismos objetos para que descubra sus propiedades.

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